lunes, 29 de marzo de 2010

Resfrío de una noche de verano

A la mañana temprano uno siente que durmió solamente 1 hora, porque cada levantada a sonarse los mocos pone en cero el contador.

Entonces uno sale corriendo a tomarse algo para que los mocos no sigan cayendo. Ibupirac 6000, ponele.

El efecto de las cosas buenas en el cuerpo no son tan inmediatas como el de las malas (si te tomás un sorbo de Raid morís al instante pero un ibuprofeno tarda 1 hora en hacer efecto, cosa de locos) entonces pasás los peores 60 minutos de tu vida: no hay nada que se pueda hacer, pero lo que se hizo todavía no tuvo ningún efecto positivo.

Ahora sí, empiezan a aflojar los mocos (mejor dicho, a endurecer) y durante un par de horas se puede vivir casi libremente. Se puede manejar, se puede viajar en colectivo, se puede hasta comer sin tener que suspender todo cada 5 minutos para sonarse.

A las 3 horas, los mocos vuelven a hacerse presentes, las sonadas son más constantes y el síndrome de abstinencia al Ibupirac hace ruido en el estómago. O será porque el estómago está harto de recibir las bombas atómicas disfrazadas de "antibiótico de amplio espectro"?

Con el reloj en la mano se calculan las 6 horas exactas desde la última aplicación de morfina en cápsulas blandas y se sabe que las próximas 2 horas serán terribles.


En esos momentos, lo único que nos puede aliviar es el llamado de una madre: "el resfrío dura 7 días y no hay nada que hacer, bancatelá".

Bueno, en este caso no, pero a otros podría salvarlos el llamado de una madre.

Seguir leyendo...

lunes, 22 de marzo de 2010

Salvando las distancias

Cuando me decida a ser politeísta, ya sé a quién agrego primero:



Con lo del sábado te lo ganaste, Maestro.

Seguir leyendo...

viernes, 19 de marzo de 2010

Miedo a las motos

No me refiero a andar en moto y el miedo lógico a caerse.
Es decir, eso sí me da miedo, pero no.

No me refiero a manejar y tener miedo de pasar por arriba a una moto por no verla, porque se mueve zigzagueante y la llevo en el paragolpes 400 metros.
Eso también me da miedo, pero no.

Tampoco hablo del miedo a cruzar la calle y que atrás de un colectivo que gentilmente detuvo su marcha aparezca un motoquero a toda velocidad y me lleve a pasear en manubrio de acá hasta la concha de la lora.
Eso me da mucho miedo, sí, pero no.


Lo que más miedo me en relación a las motos, es tirarlas. Tirarlas todas.
Sí, tirarlas, porque en el centro, en cada esquina, hay muchas motos estacionadas unas al lado de las otras mientras sus jinetes andan por ahí peleándose con recepcionistas y cajeros. Yo no puedo ir a la mitad de la cuadra para cruzar porque a ellos se les canta las pelotas dejarlas acá, entonces paso por la mitad del piquete motoquero (sin motoqueros, solo sus corceles) y cada vez que paso cruzo los dedos de los pies para no tocar un manubrio, que no venga un viento fuerte, que nada de lo que traigo en las manos haga un movimiento de más y desestabilice una. Porque tirar una es tirar todas.

Yo sé, estoy convencido, de que algún día voy a tirar una moto y con ella se van a caer las otras 50 que están de un lado y del otro de la que sufrió el accidente. Las del lado hacia donde cayó la moto herida, por efecto dominó. Las del otro lado, por solidarizarse, nomás.

Y me cagan a trompadas todos, claro.
Incluso los que odian a los motoqueros saltan por ellos esta vez.


Caundo pase espero tener una cámara de fotos a mano al menos.

Seguir leyendo...

jueves, 18 de marzo de 2010

Up in the air

Pasó por la oficina George Clooney.

Mandó saludos para todos.

Seguir leyendo...

martes, 16 de marzo de 2010

Huelga de amores

Ellos vinieron, nos encubrieron;
aquí encontraron, dioses que danzan,
y nos dijeron, "cerra los ojos,
dame la tierra, toma la biblia".
Huelga de amores, huelga de amores,
huelga de amores, en el paseo las flores.
Patriotas importados, nativos sin oreja.
La muerte grita, tierra! Y el canto chacarera.
Y nos dijeron "Tiempo es dinero
y en esta tierra sos extranjero".
Huelga de amores, huelga de amores,
huelga de amores, en el paseo las flores.
La historia escrita por vencedores,
no pudo hacer callar a los tambores.


Este tema lo sé desde que tuve mi cassete de "La Era de la Boludez", de Divididos.
No sé porqué hoy se me hizo carne...

Seguir leyendo...

viernes, 12 de marzo de 2010

Hace falta un premio

Ni la tele, ni el celular, ni el GPS, ni la bikini, ni el sandwich de jamón crudo en pan blanco, ni la coca light, ni la coca zero, ni el Ibupirac, ni la kinesiología, ni las cámaras de foto digitales, ni los pendrive, ni los televisores de LED, ni los autos híbridos, ni las sartenes de teflón, ni los implantes mamarios, ni la internet, ni el iPhone, ni los vasos descartables, ni los termos para tomar mate sin cebar, ni la leche larga vida, ni el OFF, ni las Carilinas, ni los preservativos, ni las banditas elásticas, ni el queso Roquefort.


Todo esos están muy bien, pero el mejor invento de la historia de la humanidad es el desodorante sin tapita, que se puede accionar con una sola mano.

Un premio Nobel a la derecha.

Seguir leyendo...

Balance de una década

Hace 10 años, no sabía hacer ninguna de estas cosas:


Con sumo orgullo puedo decirles que ya me sé tirar pedos.
En los próximos 10 años espero poder agregar algún otro item de la lista.

Seguir leyendo...

jueves, 11 de marzo de 2010

El cliente tiene la razón

Si uno va a un traumatólogo ESPECIALISTA EN COLUMNA, lo último que espera es que lo hagan esperar 87 minutos en la sala de espera, sentado en bancos de plaza apoyados contra la pared. Sin dudas, este método va a empeorar la situación que el paciente tenía antes de llegar al consultorio.


Después cuando entre y me pregunte cómo estoy del dolor, debería aclararle que estaba 10 puntos pero la desorganización de mierda de esta instituación hizo estragos en mi mínima recuperación y siento que cada minuto que pasé sentado más incómodo que Mandela durante su encierro se traducirán algún día en algo así como 10 minutos menos de espalda recta y postura firme que me permita mirar para adelante cuando camino y no para abajo como los viejos jorobados que parece que andan buscando algo perdido en el piso.

Pero como soy muy cagón, solo contesto "acá ando, tirando", como si me hubiera preguntado cómo sigo del problema de los pedos incontinentes.


En una época iba bastante seguido a una médica clínica (que atendía en una clínica médica, claro) para que me revisara la presión. No importaba a qué hora el turno, siempre la esperaba 2 horas y media. Si llegaba sobre la hora, atendía por orden de llegada, si llegaba 2 horas antes, atendían según el listadito de turnos. Cuando al fin entraba, me tomaba la presión y me decía "Epa, 16-10, está muy alta".

Y qué querés, la puta que lo parió????
Hace 2 horas que estoy esperando que me atiendas, cómo no me va a subir la presión ????
Un día casi me interna, pero que empezara a respetar los turnos como posible solución a mi hipertensión nunca hablamos.

Seguir leyendo...

lunes, 8 de marzo de 2010

Breves reflexiones sobre mis vacaciones en Uruguay

  • Hay playas para todos los gustos. Incluso para los que creen que es lógico ir sentarse en la arena con camisa y pantalón de vestir que yo no me pondría ni para mi civil.
  • El sentido de la palabra surfer pierde el sentido de rebeldía que parece tener en televisión. En Uruguay todos son surfer. El que no es surfer, tiene un amigo surfer o es pareja de un surfer.
  • No alcanza con pedir morcilla en un restaurante. En caso de hacerlo, el mozo estará obligado a preguntar si la deseamos dulce o salada.
  • Hay muchos faros. No sé si están acostumbrados a navegantes más boludos de lo normal, pero hay un faro, cada playa y media.
  • Aunque le pongan huevo y mejoren el marketing, todos esos pueblitos a más de 200 km de Montevideo hacia el lado de Brasil, no son lindos. Pueden ser relajantes, tener lindas playas y podés pasar ahí tus mejores vacaciones. Pero lindas, no. Algunos ni llegan a pintorescos.
  • Las playas en general son mejores que las de Argentina, mal que nos pese a los argentinos. Y peores que las de Brasil, mal que les pese a los argentinos que este año cambiaron Florianópolis por La Paloma.
  • A Búzios el mote de "pueblito de pescadores", le aporta glamour. A Punta del Diablo solo le aporta olor a pescado.
  • Yo pensé que en Argentina se manajeba como el culo, pero luego de sobrevivir 1.500 km en rutas uruguayas siento que tendrían que darme el registro vitalicio.
  • Parece ser que al Conrad se puede entrar con malla y ojotas. No lo sabía y ante la duda no lo pregunté. Me limité a pasar por la puerta ciento cincuenta mil veces.
  • Punta del Este se muere alrededor del 15 de Febrero. Todos los que ahora me lo dicen con conocimiento de causa y no me lo advirtieron, se pueden ir a la puta madre que los parió.

Seguir leyendo...